Tiempo no estructurado para desarrollar funciones ejecutivas

Psicólogos de la Universidad de Colorado y de la Universidad de Denver estudiaron 70 niños de seis años, y encontraron que los niños con más tiempos no estructurados en su día tenían un mayor desarrollo de las funciones ejecutivas auto-dirigidas. Es decir, entre más actividades dirigidas por adultos tenían, mayores dificultades para tomar decisiones y regular sus comportamientos.

Las funciones ejecutivas son procesos que implican la región del lóbulo prefrontal del cerebro. Son habilidades cognitivas auto-dirigidas que permiten crear y cumplir metas. Están relacionadas con la auto-regulación de conductas tanto en el contexto cognitivo como en el emocional.

Se han clasificado algunas de estas funciones como básicas: la flexibilidad cognitiva, la inhibición de respuesta y la memoria de trabajo. Estas por su parte controlan otras más complejas como la planificación y organización. Aunque se empiezan a desarrollar en primera infancia, aunque maduran hasta entrada la edad adulta.

Cada vez los niños cuentan con menos tiempo de juego libre y más tiempo asignado a actividades dirigidas, ya sea de labores académicas, artísticas o deportivas. Para aprender las funciones ejecutivas, el niño tiene que tener la libertad de poder tomar decisiones por iniciativa propia, y las primeras y más importantes decisiones son a qué jugar, con quién jugar, cómo jugar y con qué jugar.

Los investigadores pidieron a los padres escribir las actividades realizadas por sus hijos durante una semana. Las clasificaron como estructuradas o no-estructuradas, siendo todo tipo de juego libre actividades no-estructuradas.

Se llegó a la conclusión que cuando los niños tienen el control de qué hacen con su tiempo, pueden practicar ponerse metas y descifrar qué hacer después. Un niño que tiene una tarde libre y decide leer un libro, luego colorear y luego practicar el piano aprenderá más de estas actividades que otro niño que reciba la instrucción de hacerlo.

«El tiempo estructurado podría alentizar el desarrollo del control auto-dirigido, ya que los adultos en esos escenarios pueden proveer indicaciones externas y recordatorios sobre qué debería ocurrir y cuándo»

Investigadores del estudio

El tiempo que los niños pasan jugando libremente y decidiendo sus actividades es clave para su desarrollo. Este tipo de estudios son importantes no sólo para los padres a la hora de decidir cómo son las semanas de sus hijos, sino también para que los centros educativos le den mayor relevancia al juego libre dentro de sus agendas.

Deja un comentario